Se ha concedido el permiso de residencia a 81 de los solicitantes. El escaso número de personas que han optado a esta modalidad de visado se explica, en gran medida, por el temor de muchas personas adineradas a que la residencia administrativa conlleve la residencia fiscal en España y con ella la obligación de pago de los – relativamente – altos tributos españoles sobre la renta.

En realidad el visado de residencia para inversores no implica necesariamente la residencia fiscal en España, de modo que se una persona con el adecuado asesoramiento puede beneficiarse de un visado de residencia sin quedar sujeto a las obligaciones tributarias de los residentes en España.